¿A qué sabe el Museo Thyssen? Te lo desvelamos en 10 platos

La deliciosa magia de unir arte y gastronomía

'El Thyssen en el plato'

Museo Nacional Thyssen-Bornemisza

No es la primera vez que el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza coquetea con la gastronomía . De hecho, ofrece desde hace tiempo un recorrido gastronómico a través de algunas obras de la colección permanente y recientemente ha desarrollado ** la línea Delicathyssen ** dentro de la tienda de la pinacoteca.

Con ** El Thyssen en el plato ,** un recetario configurado por 25 platos ideados por otros tantos chefs españoles de renombre, el museo va un paso más allá y nos invita a viajar a través del gusto, entendido como sentido y como estética.

Los chefs seleccionados han recorrido las salas del Thyssen buscando inspiración en una pintura del museo. Cada uno de ellos ha elegido una obra y realizado una receta.

Creación de Roberto Martínez Foronda

Museo Nacional Thyssen-Bornemisza

“Algunos han optado por reproducciones milimétricas y literales, otros por interpretaciones libres y poéticas. Es como volver a ver la exposición de otra forma, como si de alguna manera descubriésemos a qué saben los cuadros”, afirma Guillermo Solana, director artístico.

Te destacamos las diez composiciones que nos han llamado más la atención.

ROBERTO MARTÍNEZ FORONDA - SALVADOR DALÍ

Ceviche de gala - Sueño causado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada un instante antes del despertar, 1944

“Quería que fuese algo fácil de entender y sencillo, ya que Dalí es mucho más surrealista”, precisa su autor. Así, en la creación que ilustra la portada del libro, Martínez Foronda ha optado por representar la figura de Gala a través del pescado en su estado natural, despojado de su piel, crudo.

El mismo se envuelve por fuera con unas láminas de boniato, que simulan la piel de los tigres. El color naranja, dominante en el cuadro, aparece en el plato a través del cabracho, que va acompañado de unas notas dulces de miel de ajo negro, como si fueran las abejas, y de una salsa ácida, cítrica, dulce, fresca y picante, elaborada con granada y frutos rojos (leche de tigre) .

ANDONI LUIS ADURIZ - LUCIO FONTANA

Decadentia: mousse de anguila ahumada y flores con tenedor de azúcares - Venecia era toda oro, 1961

Lucio Fontana se come así

Museo Nacional Thyssen-Bornemisza

Mientras que en la obra de Lucio Fontana se realiza una crítica a la sociedad a través de las texturas de los materiales, en la de Mugaritz se rinde homenaje al destino humano, ejecutando una analogía entre la decadencia veneciana de los siglos XVII y XVIII y la de la gastronomía actual, haciendo uso del tenedor de azúcar y las flores.

Quizás no todos sepáis que en los palacios venecianos, se elaboraba la cubertería con azúcar, un elemento más escaso si cabe que el oro. Frecuentemente tras su primer uso, esta se arrojaba al canal.

Hoy en día, en la gastronomía, las flores viven una circunstancia parecida, “pasando de ser utilizadas con delicadeza y sentido sensorial a ser vendidas en grandes cantidades y usadas como mero ornamento”.

JUAN MARI Y ELENA ARZAK - PIET MONDRIAN

Mondrian de ostras - Composición de colores, 1931

"El 'Mondrian' de ostras de Juan Mari y Elena y Arzak es un caso de heterodoxia manifiesta, ya que en él juega un gran papel el color verde, rigurosamente proscrito por el pintor”, comenta Guillermo Solana.

Por su parte, los chefs añaden: “Este plato de temporada para un artista atemporal tiene un guiño a la obra de Mondrian un poco transgresor”. Si el pintor constriñe el color a los espacios que él mismo delimita a través de líneas negras, los Arzak han conseguido que el aspecto visual trascienda fronteras y retículas y que el color inunde por encima de sus límites.

Su creación es un caso de heterodoxia manifiesta

Museo Nacional Thyssen-Bornemisza

En su composición encontramos una galleta cuadriculada ácida y colorida en contraposición y como complemento de la ostra, gris, blanca y gelatinosa.

MARTÍN BERASATEGUI - JACOB PHILIPP HACKERT

Chuleta de cordero de leche con suero de parmesano, buñuelo y trigueros - Paisaje con el palacio de Caserta y el Vesubio, 1793

“En cuanto vi la pintura de Jacob Philipp Hackert, me sentí sumergido en los montes del País Vasco con las ovejas pastando, el sabor de nuestro cordero... De ahí la elección de este plato. Es un homenaje a estos montes, sus pastores y los sabores de antaño”, señala el diez estrellas Michelin.

Si te atreves con la ejecución de la receta, el chef recomienda que la mejor forma de degustarlo es cogiendo un trozo de cordero con su jugo, un poco de suero de parmesano y un trocito del espárrago cítrico. ¡Qué aproveche!

QUIQUE DACOSTA - MAX BECKMANN

Flores raras - Quappi con suéter rosa, 1932-1934

El lienzo de Max Beckmann fue ejecutado en dos fases. En una primera _(Frankfurt, 1932) _, la esposa y modelo del pintor aparecía con una sonrisa amplia y radiante. Sin embargo, dos años más tarde, en 1934, durante la estancia clandestina de la pareja en Berlín , Quappi aparece con una sonrisa mucho más tenue y dubitativa, fruto del estado anímico y emocional que vivía.

Quique Dacosta ahonda en la importancia del estado sentimental y emocional

Museo Nacional Thyssen-Bornemisza

Así, ahondando en la importancia del estado sentimental y emocional en esos dos años clave en el desarrollo de la obra, Quique Dacosta ha creado “un plato de sabores untuosos, festivos, delicados y frágiles, donde los ácidos y amargos provenientes de las hojas contraponen inspiracionalmente la dulzura de la sonrisa frágil de Quappi. Bocados que evolucionan desde la savia dulce hasta la acidez del vinagre de mango y el amargo de los tallos”.

DIEGO GUERRERO - MIJAÍL LARIÓNOV

Koji de pan viejo - El panadero, 1909

“Dejando a un lado el debate sobre si los cocineros hacemos arte o no, lo que es cierto es que somos artesanos y provocamos emociones”, precisa el dos estrellas Michelin, quien ha creado algo – sólo a simple vista – muy simple: 'pan para el panadero'.

En el cuadro de Lariónov se dan la mano tradición y vanguardia, ya que el autor retrata el oficio del panadero de una forma inusual hasta entonces, incorporando figuras distorsionadas y colores brillantes.

De la misma forma, Diego Guerrero utiliza una técnica ancestral, como la del koji, pero aplicada a otro carbohidrato, en lugar del tradicional arroz, un viejo pan de semillas de lino.

Guerrero emula a Lariónov, pero en los fogones

Museo Nacional Thyssen-Bornemisza

PASTELERÍA ASCASO - JUAN DE FLANDES

Corona de Catalina de Aragón - Retrato de una infanta. Catalina de Aragón (?) , hacia 1496

“La serenidad y fuerza que transmite Catalina de Aragón, hija de los Reyes Católicos, nos impactó desde el primer momento. Así, pensábamos en un postre que hubiera podido degustarse en aquel tiempo”, explican desde esta pastelería de la calle Zurbano de Madrid.

Las rosas naturales cristalizadas, como homenaje a la que lleva Catalina entre sus dedos, son unas de las grandes protagonistas de este postre, que consiste en una pieza de mazapán con agua de rosas, combinada con otros sabores muy apreciados por los comensales de entonces: el azafrán en la yema y el jengibre con la pasta de fruta de pera. La Corona puede adquirirse tanto en DelicaThyssen como en la sede madrileña del obrador.

TOÑO PÉREZ - DOMENICO GHIRLANDAIO

Sopa de higos chumbos, frutos rojos y helado de coco - Retrato de Giovanna degli Albizzi Tornabuoni, 1489-1490

“Es una de mis obras favoritas del Renacimiento. Me trasmite calma, serenidad y ternura”, aclara el chef del dos estrellas Michelin Atrio , quien ha optado por llevar a cabo un paralelismo cromático entre la pintura y la receta.

La sopa tiene el mismo color dorado que la capa de la modelo, las frutas rojas que la acompañan tienen su correspondencia en los tonos del vestido y la palidez del rostro y el cuello de la protagonista pueden verse representados en el helado de coco.

"Pensábamos en un postre que hubiera podido degustarse en aquel tiempo"

Museo Nacional Thyssen-Bornemisza

PACO TORREBLANCA - WASSILY KANDINSKY

Tarta de yuzu y merengue - Tensión suave n. 85, 1923

Salta a la vista que la tarta de Torreblanca es muy kandiskiana. Según explica el maestro pastelero, se trata de “un postre de aromas y colores con gustos delicados y arriesgados, sobre una base de un bizcocho de aceite virgen extra”.

La crema de yuzu aporta delicadeza y provocación, y el merengue suizo al yuzu y flameado, unos toques de tostado. La decoración está compuesta por diferentes formas de chocolates, con sabores naturales como frambuesa, yuzu, fruta de la pasión…

En definitiva, una paleta de aromas y colores que nos trasladan directamente al arte del pintor ruso.

LUCÍA FREITAS - GEORGIA O’KEEFFE

Lirio blanco n. 7- Lirio blanco, n. 7, 1957

“Con Georgia comparto ese amor por la naturaleza y el tratamiento tan intenso del color. Esa gama cromática es la base de mi cocina, en la que se mezclan pinceladas de sabores con diferentes matices y texturas, aromas de hierbas frescas y flores”, explica la cocinera gallega, autora de la versión gastronómica del Lirio blanco n.7: requesón de cabra e higuera con crema de higos, gel de miel, helado de leche de cabra y miel, flor de tojo agridulce, merengue seco de polen y caramelo de miel.

Con el objetivo de plasmar los aromas de la naturaleza en su receta, Lucía ha recreado el olor a higuera y a flores, añadiendo el aporte animal de la leche de cabra y el matiz refinado y aromático de la miel de castaño como nexo de unión y para transformar el plato en una elaboración dulce.

Plasma los aromas de la naturaleza en su receta

Museo Nacional Thyssen-Bornemisza

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